ÉRASE QUE NO ERA …
Para CATALINA, CLARISA Y ANÍBAL
-Corrígeme si me equivoco… – dijo Blancanieves, un tanto displicente – Te llaman Cenicienta, ¿no es cierto…? Inútil pues preguntarte si estudias o trabajas… Yo pongo a tu servicio siete enanos, en caso necesario… Para lo que me sirven, prefiero a mi madrastra y sus espejos cóncavos de barraca de feria. «Manzanas traigo» proclama la muy piruja envenenada, vanitas / vanitatis … A lo que iba: lo tuyo se adivina cervantino…
Cenicienta detuvo sus tareas, escoba en ristre, polvo dónde te pondré, palanganera, brazos en jarras, con ganas de pelea.
-Su majestad escoja con muletas… Arrimarse a este lado o ponerse perdida de cascarrias… Cáscaras de girasol, para más señas… Hermanastras, dos; madrastras, uno… Astros, cero y tiro porque me toca… Hasta el moño me tiene tanto circunloquio patatero…
-¡Qué proletaria eres, hija mía…! Yo te lo explico: Novelas Ejemplares de Cervantes, don Miguel, el de los higos … ¿Te suena o no te suena?
-Me suenan los pañuelos las narices con catarro…
-«La Ilustre Fregona», ejemplar donde las haya… Fregatriz, sirvienta con sorpresa… Espero que te caigas de la burra como Sancho… Sancha es Castilla y dios en la de todos… – prosiguió Blancanieves su tabarra- «Cenicienta» viene de «ceniza» y»ceniciento»… Ciento y la madre: la madre del cordero… Lo de «ilustre fregona» es más lustroso, desde luego…
-Y darse unas friegas por salva sea la parte, para ponernos finos filipinos… Ojo al dato onomástico: Blancaleches, ¿te vale?; Kilimanjara Alba, la prima de Bernarda (por manjar que no quede); Sor Impoluta del Niño Jesús y su convento claustrofóbico… «En pelota» equivale a «desnudo»; pero mejor no meneallo… Con la pelota hemos topado, que vale para «topo» y con John LeCarré Corre Corre que te pillo…
– Para el carro, caray… No te pases de lista… Para cebras, prefiero la sabana sin tilde y sin Matilde… – rezongó la Princesa está triste, ¿qué tendrá la Princesa?- Es una pena que Aurora se pasa el día durmiendo a pierna suelta… Se pinchó con un huso, pobrecilla… Pensaba presentaros… Pero ronca un poquito… Imperdonable con el rancio abolengo como el nuestro… Sangre Azul y Príncipes Azules… ¿Qué sabrás tú de ello…?
-Caperucita Roja, amiga mía… Va a resultar que se la come el lobo de un bocado…
-De plebeyos, no siento ni padezco… Lucha de clases, no, gracias y desgracias… Háblame de galanes, picarona… ¿Acaso un cocinero te pretende; quizás un marmitón o un marinero en tierra… ? Príncipe Florián se llama el mío… No se come una rosca ni un roscón de Reyes, de momento..
Cenicienta dio la callada por respuesta. No estaba acostumbrada a las pompas cortesanas ni disponía de chancletas que ponerse: el esparto brillaba por su ausencia. La escoba como cetro, un trapo como manto y un enclenque taburete eran sus credenciales. Gotitas cristalinas de sudor coronaban su frente.
-Ea, se acabó lo que se daba… – resolvió Blancanieves, acordándose de una parienta suya inglesa, Reina de Corazones por más señas- Burro, mea… O sea: «¡ Me aburro…!» Voy a ordenar que le corten la cabeza…
FIN
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