HASTA QUE LA SANGRE NOS SEPARE …
Para mi sobrina María, que domina el tema como nadie
Queridísima Ana María :
¡Cuan difícil comenzar desde el principio… ! Han sucedido demasiadas cosas durante tu ausencia y me temo que no sea capaz de enumerarlos. La vieja casa de nuestra familia apenas si se sostenía en pie y el viento ululaba en ella como herida de muerte. La tristeza había venida para quedarse entre nosotros, cansada, muy cansada de esperarte. Tu salud ante todo, insisto una vez más, mientras el cuerpo aguante. La tisis galopante pasará, ten por seguro, hermana con mayúscula.
Nuestro primo Leopoldo es quien se encarga de administrar las numerosas deudas y nuestra madre le agradece sus desvelos… No podría ser de otra manera… No sabemos de cuentas o números romanos… Un licenciado capaz de entender tantos tejemanejes supone una garantía en toda regla, porque el pobre papá ya no está para trotes, legajos y papeles de por medio… Le dice que sí a todo a su pariente.
Leopoldo, esto y aquello y lo demás allá… Tú conoces muy bien cómo las gasta… Sigue soltero, a los cuarenta y muchos… Pálido perdido, dientes largos, ojos enrojecidos… Será por eso que le espantan los espejos… Un aliento podrido, halitosis severa: lo cortes no quita lo valiente… Me ha pedido que salga alguna noche… Con la tuna, para rondarme, con la capa a la antigua usanza… Es un poco rarito nuestro primo Rodolfo… Ahora que caigo, antes del arrechucho hemoglobínico, tú y él solíais pelar la pava que da gusto, no lo niegues… Tonta de mí, fue nuestra progenitora la encargada de ponerme sobre aviso…
Según ella, deberíamos andar con mucho ojo sobre el tema. Le daba muy mala espina Leopoldito, su sobrino, aun reconociendo sus ventajas el tenerlo a su lado. Botón de muestra, tú mismamente, me imagino…
Y hasta papá salía malparado del aserto, con una dentadura postiza que daba pena verla en el lavabo.
Enseguida, supo lo que hacer de mi vida. Un nosferatu, un vurdulak o, para entendernos, un «vampiro» en román paladino y palatino, sólo precisa de una estaca de madera a corazón abierto y a otra cosa, mariposa… Que se lo digan a Van Helsing si no es cierto…
Peter Cushing, dando en el clavo con the Hammer, como siempre…
Preparada, lista, ya… Estacazo y tentetieso… Pero, de pronto, mi querida Ana Mary, todo mi ser se fundió en una duda razonable… ¿ Y si nuestro Leopoldo no fuesen tan malo como dicen, de buenas a primeras… ? Las envidias no te dejan ver el bosque y su maraña… No será tan fiero este león como lo pintan… Tanto absurdo alboroto, quítame allá esos henos y esas pajas: una sanguijuelilla bañándose en la alberca, una jarra refrescante de sangría en el verano, el ciclo menstrual de una casta doncella… Menos lobos pues, no vayamos a pasarnos de la raya…
Sí pero no, no pero sí… ¿Lo digo o no lo digo, hermana mía… ? Va a ser sí y que sea lo que dios quiera… Me pincharé con la espina de una rosa, en presencia de mi bien amado a medias, y dejaré que mi dedo índice florezco entre la nieve nieve de mi mano derecha… Una flor y otra flor de sangre roja… La prueba del vampiro: el algodón no engaña…
Corro, alada, en pos de mi destino… Tu fraternal herma que te quiere, Carmilla (para los íntimos, Carmiña, Sheridan Le Fanu a la cabeza).
POSTDATA-¡Qué horror, qué horror mas espantoso…! Dispuesta darle ya la albricia prometida, se me olvidó que Leopoldo, durante el día, siempre duerme con las ventanas cerradas para evitar el sol y, en tocando las doce en la iglesia del pueblo, abrí, de par en par, todos los cortinajes de la casa… Quedó hecho polvo, el pobre, insolación al canto, ceniza a las cenizas… Enterrado en sagrado, por supuesto…
Ah, por cierto… Puede que, después de todo, no fuera vampiro nuestro primo… Pero un zombie, seguro; ponle el cuño y la cuña…
En cuanto a una servidora, se me están apagando los espejos…
FIN
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