EL POZO Y EL PÉNDULO
Dónde se esconde la luz para mirarse… El espejo del alma, tras su almario,
no sabe o nos lo oculta o no se acuerda…
El abismo y su filo, una mirada aún por vaciar, otra cobarde callada por respuesta…
La mano del mendigo, llena de cicatrices, demanda unas unas monedas sin valor
al Guardián del Destino, que ha cerrado la puerta a cal y canto.
El Tiempo se ha acabado, derramando sus días y sus horas malditas con sus noches de fiebre…
Una clepsidra ciega ha contado sus lágrimas a mares y desiertos, congelados de frío.
Un murmullo de oleajes sin sentido va esculpiendo, implacable, su marea y su resaca;
las gaviotas, aullando sus mensajes obscenos, se desgañitas, entre la espesa niebla.
Sin embargo, se mueve y late mas deprisa este corazón mío, sediento de ternura y secreta pureza…
El péndulo repite su danza inacabada, su trayectoria infame. El pozo, polifemo, se ha arrancado la estaca, el mástil de sus gozos y sus sombras…
Tejedora sutil, Aracne aguarda. Voli me tangere… susurra la nostalgia.
Hermoso y triste
A veces, necesito hurgar donde más duele… Gracias Cristina por leerlo…